Buena gente

martes, 25 de septiembre de 2012

Un extremeño por tierras bautas. Capítulo 2º: El viejo pueblo de los buitres



Hola a tod@s.

Sin lugar a dudas, de entre los espectáculos naturales más impresionantes que he tenido la suerte de vivir durante mi viaje a Quintanilla del Agua, ocupan sitio de preferencia, mis encuentros con el viejo pueblo de los buitres.

Burgos es tierra de buitres, a diario solíamos verlos vigilando y decorando los cielos de Castilla con sus heráldicas siluetas. Su número es tan elevado que podríamos caer en el error, de no dar importancia a unos animales tan imponentes.

El viejo pueblo de los buitres que siempre ha estado ahí, que ya desde épocas pretéritas se alimentaban con los restos que los grandes predadores como los lobos, dejaban tras habatir algún gran ungulado. Seguramente también daban buena cuenta de los despojos que generaban nuestros antepasados del paleolítico tras alguna de sus grandes cacerías.

Más tarde cuando el hombre cazador y recolector se transformó en agricultor y ganadero, también se darían más de un festín a costa de los cadáveres de las reses que formaban parte de la cabaña ganadera de los hombres  del neolítico.

Ejemplo vivo de desarrollo sostenible, se han convertido en los basureros de nuestros campos, en la policía sanitaria de nuestros montes, en el último pero importantísimo eslabón de la pirámide ecológica.

Quien haya tenido la suerte de asistir a uno de sus banquetes, habrá cosechado tal cantidad de sensaciones que probablemente no lo olvidará jamás. 
Los buitres punteros o prospectores, escudriñan los cielos cabalgando de térmica en térmica, se dejan mecer por las corrientes de aire ascendente en pos de los cadáveres que les servirán de sustento. Giran y giran hasta que uno de ellos a través de su vista poderosa descubre a los cuervos o a las urracas que se mueven en torno al animal muerto. No localizan los cadáveres de olfato, como mucha gente piensa, ya que los buitres son practicamente anósmicos, no huelen, de lo contrario no serían capaces de introducir sus cabezas en las reses en avanzado estado de descomposición y cuyo hedor llega a ser insoportable. Es efectivamente la vista quien los conduce hasta la pitanza. 

El primer buitre en descubrir la carroña, deja de volar en circulo y se dirige hacia ella en linea recta, dando de esta manera la voz de alarma al que está a su lado y provocando una reacción en cadena que llegará hasta el corazón mismo de la colonia.
Es un espectáculo sin parangón, uno tras otro, inexorablemente, el viejo pueblo de los buitres como desde hace milenios sigue acudiendo a su casi eterna ya, cita con la muerte. Despliegan su tren de aterrizaje y van cayendo desde el cielo como en comando, para ir tomando posiciones junto al animal muerto. En unos instantes dará comienzo el banquete.














Una vez en las inmediaciones del cadáver, permanecen espectantes, inquietos, como a la espera de algún viejo ejemplar que les diga que allí se puede comer con total tranquilidad. También hace su entrada el todo poderoso Buitre Negro, que con sus tres metros de envergadura, desplaza a los leonados que le rodean y no tarda en hacerse con un sitio de honor en el festín. 




























Cuando dicho ejemplar al que todos esperan, hace acto de presencia,( y ahora gracias a los estudios etológicos que se han hecho sobre la especie se ha podido comprobar que el primero en  iniciar la pitanza no es uno de entre los buitres de mayor edad de su comunidad, sino que probablemente sea el que más tiempo lleve sin comer, el más hambriento.) tiene lugar por su parte, toda una suerte de gestos, posturas , sonidos, un extraño ritual con el que parece querer establecer su dominancia sobre el resto de sus congéneres.
El buitre dominante, cual si fuera un luchador de sumo, se aproxima al cuerpo inerte de la res. Estira el cuello, abre las alas y levanta sus garras como queriendo ejercer su supremacía sobre el cadáver.

















Cuando por fin se decide a comer, da el pistoletazo de salida al resto de la comunidad buiturina, que se lanza con una agresividad desmedida, hundiendo sus picos inmisericordes en la carne putrefacta ya, de la res muerta. Primero comienzan a comer por las partes más blandas y si el cadáver es reciente y por lo tanto mucho más duro, lo harán por sus orificios naturales como la boca o el ano.
Comen con tanta ansiedad y avidez que transforman el cuerpo sin vida del animal en un amasijo de piel y huesos, en un espacio de tiempo tan breve, que me hubiese resultado difícil de creer, de no haberlo visto con mis propios ojos.





































Acabado el festín, las caras ensangrentadas de algunos ejemplares, denotan aquellos individuos que se han alimentado con mayor profusidad. No falta también el joven e inexperto pollo del año, que seguramente debido a su inmadurez no ha tenido tanta suerte. Cuando se retiran las grandes necrófagas, el astuto Cuervo carnicero aprovechará para llevarse en el pico su pequeña parte del botín.





















Joven Buitre





Una vez se da por concluido el gran banquete, unos buitres se marchan, otros permanecen haciendo la digestión en las inmediaciones de la carroñada y algunos, en lo que me gustaría pensar es una ancestral oración al Dios Sol, abren sus alas hacia él como postrándose, como dándole gracias por haberles permitido sobrevivir un día más en la hostil y selectora naturaleza.




Cuando el resto de los buitres ya se ha marchado, vuelve el silencio y una grácil e inquieta Tarabilla Norteña viene a poner el adecuado contrapunto posándose sobre los últimos restos de lo que fue un animal viviente.




Para terminar me gustaría mostraros una imagen que creo que describe a la perfección las dos caras de la moneda. Una imagen que al igual que muchas de las de esta serie, quizas tenga visos de cruenta, pero que es tan real y natural como la vida misma. Que a nadie se le olvide que para que haya muerte es imprescindible que primero haya habido vida. Y que para muchos animales como nuestros buitres, para que siga existiendo vida primero ha de haber muerte.




Esta entrada me gustaría dedicársela con todo mi cariño al gran Manuel Mata (Lolo), el amigo de los buitres, ya que sin su concurso y su trabajo de campo previo, las imágenes que ilustran este post muy dificilmente hubiesen podido realizarse. Gracias amigo mio, tu esfuerzo y dedicación para con estas formidables criaturas no tiene precio.


Imágenes realizadas en el muladar de Mecerreyes muy cerquita de Quintanilla del Agua(Burgos)




domingo, 16 de septiembre de 2012

Un extremeño por tierras bautas. Capitulo 1º: Emociones



Hola a tod@s.

Acabo de regresar de mi pequeño pero intenso periplo por tierras burgalesas, más concretamente por el valle del Arlanza, en una pequeña pero hermosa localidad: Quintanilla del Agua. Son tantas las experiencias que hemos acumulado por el camino que espero poder contároslas en unos cuantos capítulos sin que se os haga muy pesado. Pido perdón de antemano.

Si tuviese que describir mi viaje con una sola palabra lo haría como el viaje de las emociones. Emociones si, de descubrir lugares y parajes nuevos y llenos de vida, como el desfiladero de Ura, estrecha garganta rocosa abierta por el río Mataviejas donde las cresterías y los leonados van de la mano, donde aún se puede observar el picado del Halcón Peregrino y donde los Alcotanes decoran sus cielos con sus acrobáticos vuelos. Donde se localiza un maduro sabinar que da cobijo a piratas de la espesura como el Gavilán y donde el zumbido de ese proyectil viviente llamado Martín Pescador, suele poner la nota de color a las cristalinas aguas del Mataviejas.



Desfiladero de Ura

 Lugares y parajes como la inmensa y angosta grieta abierta por el arroyo del Helechal, afluente del Mataviejas en las Peñas de Cervera, el impresionante desfiladero de la Yecla, abierto en la roca calcárea y donde crían los omnipresentes buitres, donde las chovas dejan escuchar sus cristalinas voces, donde habitan los aviones roqueros y donde de vez en cuando se deja ver la silueta del esquivo Treparriscos.


Desfiladero de la Yecla



Emoción por haber asistido a varios de los espectáculos naturales más impresionantes que podía imaginar; el recibimiento del Picapinos, mis encuentros con el viejo pueblo de los buitres, el "relincho" del Pito Real, mi cara a cara con el Azor, el reclamo del Aguililla Calzada y su fugaz vuelo sobre la laguna, la mirada del ratonero, el canto de la Norteña y tantas y tantas cosas que me han hecho un hombre mucho más rico de espíritu.




Buitre prospector




Pero si tuviese que elegir,  sin ninguna duda, la mayor de las emociones ha sido la de conocer a unas personas maravillosas. Unas personas que lo han dado todo para que nos sintiésemos como en casa y lo han conseguido con creces. Unas personas que han hecho que nuestras vacaciones en Quintanilla hayan sido las mejores  de nuestra vida.
Personas como mi amigo y hermano Ramón Suárez y su mujer Silvia que después de unas agotadoras vacaciones por tierras venezolanas tuvieron a bien el compartir este finde con nosotros y a los cuales pido perdón desde aquí sino los atendí como merecían.
Personas como Jose e Irene cuya hospitalidad nos ha hecho sentirnos como en casa, gracias por el vino. 
Personas como Fermín y Oscar, ganaderos de la zona que nos enseñaron gustosos sus granjas además de darnos la carne para las carroñadas. 
Personas como Luis el propietario de la casa rural "Tía Rosa" en la que hemos permanecido alojados durante nuestra estancia en Quintanilla, la cual os recomiendo encarecidamente, gracias por el vino y las morcillas y por enseñarnos tus bodegas, fue un momento muy especial.
 Personas como los señores Yáñez. A él que es un artista como la copa de un pino y que hace las figuras de niños y ancianos más hermosas que yo haya visto jamás. Gracias por el leonado que ya ocupa sitio de honor en mi escritorio. A ella por su hospitalidad y por haber permitido las largas ausencias de su hijo, al cual no pudo disfrutar ni el día de su cumpleaños. 
Personas como la entrañable señora Casilda, por su hospitalidad y por ser tan servicial con nosotros, portadora de unas dotes culinarias que ya quisieran para si los mejores chefs de este país. Aún me parece estar saboreando ese estupendo arroz con conejo. 
Personas como la familia Velasco. A Coral  también por su hospitalidad, por su simpatía y por los buenos momentos que hemos vivido. A Ángel por su saber estar, aguantando bromas. Gracias por tus sabias explicaciones sobre la ciudad de Burgos, sin ellas la visita no hubiese sido igual.
 Personas como los hermanos Yañez. a Darío al que no he tenido la suerte de poder disfrutar más tiempo debido a sus estudios, gracias por ser tan amable con Jaime, aún hoy sigue hablando de ti. A Isra por el cual siento cierta predilección, él ya sabe por que. Gracias por los buenos momentos y por haber aguantado estoicamente mis pesadas charlas sobre procesados y fotografía hasta bien entrada la madrugada.
 Personas como Gema, por su hospitalidad, por su sacrificio y por su amabilidad para con nosotros, siento haberte "robado" tanto tiempo a tu marido.
 Y por último y no por ello menos importante a mi grandísimo amigo Manuel Mata(Lolo) por su amabilidad, su hospitalidad, su dedicación, por tantas horas de trabajo de campo, por habernos aguantado incluso a riesgo de alguna pequeña disputa conyugal,jajaja. Cuando pensaba que eras una máquina, me quedaba muy, muy corto. Eres un MAQUINÓN pero con mayúsculas. Gracias por todo amigo mio lo que has hecho por nosotros no tiene precio y te aseguro que no lo olvidaré jamás.

Aquí os dejo unos enlaces que no podéis dejar de visitar, son las direcciones de sus blogs así como el de la casa rural donde hemos estado. Espero los disfrutéis.

Manuel Mata (Lolo)       http://quintanilladelaguafaunasalvaje.blogspot.com.es/
Ramón Suárez                 http://avesyestrellas.blogspot.com.es/
Isra Yáñez                       http://quintanillanatura.blogspot.com.es/
Darío Yáñez                    http://cuadernodecampobauto.blogspot.com.es/
Ángel Velasco                 http://quintanilladelaguamipueblo.blogspot.com.es/
Casa rural "Tía Rosa"    http://www.facebook.com/casarural.tiarosa
Taller artesano Yáñez     http://felixyoarte.blogspot.com.es/

Por último os dejo unas imágenes de nuestra visita a Quintanilla y os emplazo a los siguientes capítulos sobre este viaje y espero que cumplan con las espectativas que han suscitado.
De nuevo gracias a todos amigos mios, en mi nombre y en el de mi familia, es un honor y una inmensa fortuna el haberos conocido.


Jorge en el muladar de Mecerreyes




Lolo y "su" equipo




A Isra le faltaban manos




Por el río Arlanza montando un posadero al Martín




Mi mujer armada hasta los dientes




El pequeño Jaime y yo observando el terreno




El caminar del Bauto




Isra, Ángel, Darío, yo, Jorge, Lolo, y el del pedazo morcilla Ramón Suárez. Sois ya parte de mi familia.

MUCHÍSIMAS GRACIAS AMIGOS, SOIS LO MEJOR.

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