Buena gente

viernes, 28 de marzo de 2014

La historia de una maldición



Hola a tod@s.

Esta historia que os traigo hoy, es la historia de una maldición. Y es la que han tenido que soportar nuestros sapos desde hace cientos de años. 

La presencia innoble de este inofensivo batracio, con su aspecto chato, pustuloso, de ojos desorbitados, mirada inexpresiva y presencia desagradable ha despertado de antiguo en el pueblo ideas de terror, engendro diabólico y repulsión.

Lleva soportando sobre su rugoso lomo, la pesada carga de infinidad de mitos y de leyendas que siempre lo han situado a la vera de brujas y demonios. El sapo forma parte de los rituales brujeriles, y en las misas negras ocupa el lugar de la hostia, siendo también troceado. A menudo los demonios familiares acompañaban a las brujas en forma de sapos y es tradición que a las personas que acudían tres veces a un aquelarre o reunión sabática para satisfacer sus instintos más bajos les quedaba ya para siempre una señal en forma de sapo en lo blanco del ojo o en un repliegue de las orejas.

También podían dañar a los animales domésticos, estropear las cosechas y producir tormentas, entre otras desgracias.

 El veneno de algunos sapos puede provocar vómitos, parálisis e incluso la muerte. Así que no es extraño que estos anfibios se convirtieran en elementos esenciales en los hechizos de los brujos y de sus pócimas. La consideración de animal venenoso no es una invención de la credulidad popular. En particular, el sapo común (Bufo bufo) posee sobre el dorso unas glándulas que segregan un líquido, la temida bufotenina, un alcaloide que se encuentra en ciertos hongos como la matamoscas (Amanita muscaria). Esta sustancia es capaz de provocar trastornos alucinatorios y ésta es, sin duda, la razón del papel preponderante del sapo en los asuntos de brujería.

Los sapos como es el caso de este sapo corredor que os muestro hoy, son animales muy beneficiosos. Ya que actúan sobre una gran cantidad de insectos funcionando como controladores de dichas especies. Son animales predominantemente crepusculares y nocturnos, si bien en tiempo lluvioso y con temperatura suave se les puede encontrar a plena luz del día. En ocasiones en posible observarlos  en condiciones ambientales tan secas que ningún otro anfibio aceptaría salir de su refugio. Esto ocurre cuando tiene necesidad de humedecer su cuerpo en algún arroyo o masa de agua cercano. Durante el día permanecen ocultos bajo piedras, hojarasca, tierra o troncos.

El sapo representa un elemento más de los ricos ecosistemas que aún nos rodean, y es una pena, que a causa de una serie de leyendas sin fundamento, y una "incultura" occidental que se ceba en la inmensa mayoría de nuestros anfibios y de nuestros reptiles, muchos ejemplares sean masacrados sin contemplación. Es deber y tenemos que intentar cambiar la negativa imagen que acompaña a estos animales. El conocimiento de la naturaleza y todos y cada uno de sus elementos es la base fundamental para su conservación. Pensemos en ello cuando tengamos la fortuna de encontrarnos con un sapo. Este ni nos escupirá, ni hará que nos quedemos calvos, ni nada de eso. Simplemente disfrutemos con su observación, ya que él solo lleva a cabo su existencia sin molestar a nadie, y cargando a sus espaldas el san benito de magia, demonismo y brujería, que muy a su pesar, le hemos colocado.
















miércoles, 19 de marzo de 2014

Pequeños seres




Hola a tod@s.

Hoy os subo unas fotos de estos pequeños seres que deambulan por todos los rincones de la naturaleza y que son tan importantes en el equilibrio de la vida como cualquier otra criatura. Esto del macro es bastante difícil así que os ruego me disculpéis pero poco a poco intentaré seguir  mejorando en esta disciplina que a mi me gusta bastante. 

Ultimamente no tengo mucho tiempo para publicar ya que el trabajo me resta muchas horas al día. Espero en breve poder disfrutar de más horas libres para poder seguir subiendo fotos que es lo que a mi me gusta.

Abrazos a tod@s y hasta la próxima.



















martes, 4 de marzo de 2014

Monfragüe, aeródromo natural




Hola a tod@s.

Como sabéis este fin de semana pasado se celebró en Villarreal de San Carlos, en el Parque Nacional de Monfragüe, una nueva edición de FIO (Feria Internacional de Ornitología). Para mi, en esta ocasión, era una FIO especial, y es que tenía el plus de que a mi hijo Jorge de 11 años le habían seleccionado  en el concurso de fotofio, una de sus imágenes la cual quedo finalista entre las 50 que formaban la exposición. Todo un orgullo para mi como padre y máxime este año en que se había triplicado el número de participantes ya que se presentaron más de 1000 fotografías y el nivel era muy, muy alto. Verlo ahí supuso mucho para mi y más aun para él que disfrutó de lo lindo. 

FIO además es un punto de encuentro para muchos aficionados al mundo de las aves en cualquiera de sus facetas, artistas, fotógrafos y birwatchins  se reunen en un entorno único como es Monfragüe, para disfrutar de su naturaleza. Es como digo, un lugar para reencontrarte con viejas amistades y conocer y ponerle cara a muchos otros amigos de blogs y de redes sociales que hasta ahora solo eran amigos virtuales, si se me permite la expresión. Yo tuve la suerte de ir acompañado este año de dos buenos amigos emeritenses, aparte de grandes fotógrafos; Jorge Barrena y Javier Conejero. Juntos pasamos un día inolvidable, aunque se echo de menos a muchos otros que por diversos motivos no pudieron asistir. 

Tuve el placer de reencontrarme con mi amiga Ana Mínguez, la que es para mi una de las mejores digiscopers de España. Charlar ese ratito contigo estuvo muy bien. También gracias a ella conocí a Javier Valladares, gran fotógrafo y por la impresión que me lleve de él, gran persona también. Tuve el placer de encontrarme con Pepe Elías, un hombre muy humilde y cercano a pesar de ser un peazo fotógrafo como la copa de un pino, poder ver su fotografía que fue premiada en la categoría de técnicas fotográficas junto a él y comentada por sus palabras fue la hostia. Pude conocer por fin a José María Benítez, gran tipo también, a José María Carretero del que había oído hablar muy bien pero que aún no tenía el gusto, otro figura, desde luego. También conocí a José Ledo otro fenómeno y al gran Ramón Navarro un tipo sencillo y humilde donde los haya. Seguro que se me olvida alguien por lo cual pido disculpas.

Muchas y buenas conferencias, ratos entrañables con los amigos, conocer buena gente, en fin lo dicho que Monfragüe y la FIO no decepcionan nunca.

Mis amigos se marcharon el sábado por la noche pero yo tuve la suerte de poder disfrutar también de la mañana del domingo. Decidimos mi hijo y yo irnos al castillo a ver como se nos daban los vuelos ya que teníamos mono de apretar el disparador. Y es que si algo hay en Monfragüe son buitres y el castillo y sus inmediaciones se han convertido en todo un aeródromo natural, escuela de pilotos que alardean de majestuosidad y de maniobravilidad en su medio, el aire. Tuvimos algo de suerte y digo algo, por que no todo estuvo a nuestro favor. Los buitres se dejaron ver cerquita aunque no con toda la luz que nos hubiese gustado pero bueno lo pasamos engrande siguiendo sus idas y venidas y pudiéndolas registrar en nuestras tarjetas. Sin más os dejo con algunos de los vuelos que pude captar el domingo por la mañana junto a mi hijo Jorge. Padre e hijo disfrutando de las aves y de la fotografía codo con codo,¿ que más se puede pedir?.

No quisiera marcharme sin dedicarle esta entrada a una persona muy especial. Un gran amigo ya, que tuve la suerte de conocer el sábado junto a su familia. Un chico de 15 años amante de la naturaleza, el dibujo y la fotografía. Diego Lozano Un placer haberte conocido amigo mío y ya sabes estoy aquí para lo que quieras. Un fuerte abrazo chaval.



































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