Hola a tod@s.
El pasado domingo pude disfrutar de nuevo con la visita de mi gran amigo Ramón Suárez y su mujer Silvia. Habíamos quedado para pasar el día afotando por mi terruño y eso fue lo que hicimos, 13 horas juntos cámara en mano que para mi transcurrieron como un suspiro. Antes de comenzar a relataros las vivencias de ese día, querría hacer desde aquí un pequeño homenaje a ese pedazo de tierra en la que habito y que he dado en llamar mi terruño, mágico y puro donde los haya, todavía conserva unos ecosistemas donde el desarrollo sostenible rige el día a día, donde todavía la pirámide ecológica sigue permaneciendo en buen estado de salud. Donde predadores y presas participan en ese juego diario de la vida y de la muerte que pasa desapercibido a la mayoría de los hombres y que esperemos, por aquí perdure muchos, muchos años.
Al igual que ocurrió con la entrada que dediqué a Monfragüe, en esta las fotos que acompañan al relato han sido realizadas por quien les habla y por ese pequeño gran fotógrafo; mi hijo Jorge, cosa que me enorgullece.
Y ya sin más paso a contaros las situaciones y vivencias de ese día por los campos de mi terruño.
Como siempre quedamos en la puerta de mi casa y tras los saludos de rigor nos marchamos al bar del "Mondo" ha degustar esas tostadas de caldillo que a mis amigos y a mi tanto nos gustan. Después Ramón, Silvia, mi hijo Jorge y un servidor nos dispusimos a emprender la jornada. Primero nos dirigimos a la iglesia del pueblo, la cual solo por si misma merecería una entrada propia, por la rica variedad ornítica que alberga. Nada más llegar los estorninos nos daban los buenos días mientras los primillas se disponían a ofrecernos todo un espectáculo de entradas y salidas, de vuelos cernidos y de capacidad maniobrera que los cuatro supimos apreciar en todo su esplendor.
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Estornino Negro |
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Primilla Macho |
Las entradas y salidas de los orificios de la vieja pared de la iglesia, eran una constante. Fue una auténtica borrachera la que nos dimos de ver el precioso vuelo de estos falconiformes, estas son algunas de sus piruetas.......
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Ramón montaba el equipo para hacer digiscoping |
Como digo el espectáculo era increíble. En el alféizar de una de las ventanas de la vieja iglesia una hembra de primilla se acicalaba, mientras Silvia y un servidor no la perdíamos de vista. Observarla através del teles fue una maravilla y no digamos llevármela en mi tarjeta de memoria.
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La hembra de primilla nos tenía embobados |
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Esta es la señorita en cuestión. |
También las palomas bravías que pululaban por allí, quisieron unirse a semejante espectáculo y se entremezclaban con los primillas ofreciéndonos algunas escenas hermosas como una en la que Jorge estuvo atento y las "cazó" al vuelo.
Una vez dimos por acabada la sesión a los primillas, nos marchamos tierras adentro por el "Terruño". No habíamos andado ni un kilómetro cuando de pronto esta hermosa Culebrera Europea nos sobrevoló, alucinándonos unos instantes mientras surcaba la inmensidad de los cielos del terruño.
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Culebrera Europea |
Seguimos ruta y en una charca abrevadero, Jorge afotó esta Garcilla Bueyera que seguramente iría a darse un buen baño, o al menos falta si que le hacía.
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Garcilla Bueyera |
Más tarde llegamos a otra pequeña charca, la cual a mi amiga Silvia le encanta y que tiene muy buenas características para observar aves acuáticas. Al llegar Silvia montó el teles y disfrutó observando las aves que en ella se encontraban, mientras Ramón, Jorge y yo, nos disponíamos a fotografiar a todo bicho viviente que se pusiese a tiro. Los primeros fueron los patos Cuchara, mientras tanto yo, pude afotar a una Tórtola Turca que se puso a hue....
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Silvia y su charca favorita |
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Bandada de patos Cuchara |
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Tórtola Turca |
Otra de las joyas de la corona para mi querida amiga Silvia son las Agachadizas, le encanta esta ave y son asiduas visitantes de esta charca. Disfrutó mucho observándolas mientras yo pude fotografiar una a lo lejos.
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Agachadiza |
Después nos marchamos en dirección al embalse de Nogales, pero antes hicimos una parada por el camino para observar un Alcaudón Común, el primero de la temporada.
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Sobre el arbusto el Alcaudón |
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Ramón daba buena cuenta de él |
Mientras yo observaba la escena y gracias a la vivacidad y astucia de mi hijo Jorge me convertí sin darme cuenta en el cazador cazado.
Las liebres fueron muy comunes por todo el terruño, lo que nos habla del buen estado de salud del mismo que lo que es presas, si que tiene si.
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Liebre ibérica |
Una vez llegamos a la presa de Nogales disfrutamos del paisaje, por que lo que es ver aves no vimos muchas. Solamente este Milano Negro pasó lo suficientemente cerca para poder ser afotado medianamente bien.
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Milano Negro |
Nos fuimos entonces camino de la Sierra Monsalud, concretamente a una cantera abandonada donde se suelen ver Buhos reales, pero no nos acompañó la suerte, las labores de poda de un encinar cercano debieron de asustarlos. Por el camino comprobamos que las primeras jaras empiezan ya a florecer.
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Cantera abandonada |
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Esta fue una de las ovejas que nos recibió con asombro a los pies de dicha cantera |
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Floreciendo |
Serian las 14:30 de la tarde cuando nos marchamos a recoger a mi mujer y a mi pequeño Jaime y nos fuimos todos a comer a una zona de merenderos cerca del pueblo. Mientras que comíamos en plena natura, esta no dejaba de obsequiarnos con imágenes, en este caso fueron las cigüeñas blancas quienes nos amenizaron la comida.
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Cigüeña Blanca |
Tras la pitanza y viendo que el viento que se había levantado minutos antes amainaba, decidimos seguir ruta. Nos dirigimos a una zona rica en conejos con el fin de poder afotar alguno, mientras Ramón los fotografiaba yo pude afotar a estas dos preciosidades...
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Triguero |
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Jilguero |
Inmersos en los conejos, cosa que delata de nuevo la riqueza del terruño, porque donde hay presas hay depredadores y es aquí cuando llegó la sorpresa del día. Pude fotografiar a uno de ellos y cuando nos disponíamos a reanudar la marcha: ¡Quieto Jero! gritó Silvia. "Da marcha atrás, he visto una rapaz en el suelo", y cual fue nuestra sorpresa cuando al retroceder su mirada y la nuestra se cruzaron. De ojos penetrantes, audaces, tan penetrantes que por unos segundos me helaron el corazón, la más pequeña de las águilas ibéricas, el Águila Calzada, a escasos metros de nosotros y con un gazapo entre sus garras. Sin duda un momento que se gravó a fuego en mi corazón y que permanecerá en mí mientras viva.
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La base de la Pirámide. |
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Lo mejor del día: El Aguililla Calzada |
Tras estos mágicos instantes, continuamos la marcha. Más adelante paramos unos minutos para ver a un grupo de primillas que se concentraban en un prado, intentando dar caza a cualquier insecto o ratoncillo que se pusiese a tiro.
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Oteando el terruño |
Durante el resto de la tarde también pudimos observar y fotografiar otras especies, las tarabillas se dejaron ver asi como las cogujadas y una pareja de perdices, de igual manera observamos una avefría en una pequeña charca.
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Tarabilla Común (Macho) |
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Cogujada común |
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Perdiz roja |
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Avefría |
Para terminar la jornada pudimos observar y fotografiar aunque de manera testimonial, un Críalo. El primero de la temporada.
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Críalo Europeo |
Y esto amig@s fue todo lo que dio de si la jornada dominical. Desde aquí dar mi más sincero agradecimiento a mis amigos Ramón y Silvia por visitarme y por demostrarme día a día la amistad que nos une. El "Terruño" sin vosotros no sería el mismo. Gracias de corazón amigos.