Hola a tod@s.
Pues
si, digo casi por que en realidad no fue una salida pelágica. Por si
alguien no lo sabe, una salida pelágica es salir a alta mar a
fotografiar aves marinas normalmente en vuelo. Esto ha sido para mi lo
más parecido a hacer una salida de este tipo y vino de la manera más
casual. Y aunque en una de estas salidas el elenco de aves que se pueden
fotografiar suele ser muy amplio, yo me tuve que conformar con
fotografiar gaviota patiamarilla y en su mayoría inmaduros, pero oye, me lo pase igual de bien y además fue toda una sorpresa.
Acabo de regresar de pasar unos días de vacaciones por la comunidad gallega, concretamente por las Rías Baixas. En una de las jornadas decidimos ir a visitar Ogrove y tomamos un catamarán
que nos llevaría a conocer como se cultiva el mejillón en bateas. Fue
bastante didáctico y entretenido y a la vuelta nos obsequiaron con unas
copas de albariño y con una degustación de mejillones, que por cierto estaban de toma pan y moja. Hasta ahí todo normal, la sorpresa fue que cuando regresábamos,
el personal de abordo estaba limpiando y arrojando los desperdicios de
los mejillones al mar, y es en ese momento cuando llego para mi lo
inesperado. Una veintena de gaviotas, en su mayoría pollos, se
abalanzaron contra el catamarán, luchando entre ellas
por los restos de mejillones. Yo que solo suelo llevar a estos viajes
familiares un angular para hacer paisajes, esta vez llevé también el
70-300 y menos mal que lo hice. El espectáculo era maravilloso. Vuelos
por doquier y claro, ante semejante situación no pude resistirme. Monte
el zoom y a fusilar gaviotas. La verdad es que me lo pase en grande. El resultado no me desagradó así que os pongo una muestra de las muchas fotos que tomé en lo que duró el viaje de regreso a puerto y en el que las gaviotas no dejaron de sobrevolar el catamarán en ningún momento.
Como digo algo que me pilló de sorpresa y que me ayudó a matar el gusanillo, jajaja.
Sin más os dejo con las imágenes de aquel día.
Un saludo a tod@s y que la naturaleza os guíe.