Hola a tod@s.
Quisiera comenzar el año hablando de grullas. Tengo la gran suerte de vivir en una zona grullera, concretamente muy cerquita del Complejo Lagunar de la Albuera (http://xtr.extremambiente.es/albuera/Paginas/Complejo.html). Dicho Complejo es, en sí mismo, un verdadero paraíso ornítico. Es el sistema de lagunas estacionales más importante de la región extremeña, aparte de mi sitio favorito para grullear.
Cientos de aves recalan año tras año en sus orillas, bien para pasar el invierno, bien para criar en primavera o simplemente utilizándolo como "estaciones de servicio", donde reponer energías en sus largos periplos migratorios. Estamos ante otro claro ejemplo de la riqueza ornítica que posee nuestra región, ya que en él, se han inventariado más de 150 especies de aves diferentes.
Si queréis tener una idea de las aves que se pueden ver aquí u en otros puntos de Extremadura, así como conocer los eventos más importantes que se realizan en la región en torno al fascinante mundo de las aves, no dejéis de visitar el siguiente enlace: http://www.birdinginextremadura.com/index.html
Como iba diciendo, vivir cerquita de dicho complejo es una suerte, sobre todo cuando en invierno puedo disfrutar con esas maravillosas escuadras que llenan con sus trompeteos los cielos limpios de mi Terruño, puedo disfrutar de esas aves míticas que cada año regresan por estos pagos buscando nuestras generosas dehesas. Puedo disfrutar de las grullas.
Uno de los momentos más gratificantes que yo haya vivido inmerso en la naturaleza, en los campos de mi amada Extremadura, las tiene a ellas como protagonistas, y fue la primera vez que llevé a mi hijo mayor Jorge, a grullear por las lagunas de la Albuera.
Aquella mañana no la olvidaré jamas. Amaneció fría, los campos despertaron bajo un blanco manto de escarcha. La helada había sido grande, "Terrera", como se la llama por mi pueblo. Llamé a mi hijo temprano, no sin cierta lástima por sacarlo a esas horas de la cama, con el frío, pero el acontecimiento lo merecía.
Él se levantó sin pereza, casi con la misma ilusión, con que lo haría cualquier niño el esperado día de reyes. Estaba deseando conocerlas, me había oído hablar tantas veces de ellas que ahora que se acercaba el momento de verlas por primera vez, la sangre le fluía por cada poro de su pequeño cuerpo.
Tras tomar el colacao calentito y casi, casi, quemándose los labios, me dijo: "papá que ganas tengo de ver las grullas". Recogimos los bártulos y los cargamos en el coche. Aún no se veía y recuerdo que de camino hacia el complejo, miraba por el retrovisor de mi automovil y me sonreía cuando lo veía, literalmente enterrado, entre capas y capas de ropa y solamente podía apreciar sus inocentes ojos entre la bufanda y el pasamontañas. Inocentes, sin duda, pero con un brillo especial, ese brillo que da lo que se ansía conocer, ese brillo que sabe a aventura, un brillo en sus cristalinos ojos, medio llorosillos por la gélida temperatura, que no olvidaré jamas.
Al llegar al Complejo y dejar el coche, partimos hasta la próxima laguna grande. Él no dejaba de hacerme preguntas, inquieto, nervioso, con la voz entrecortada por el frió ; "¿Pero donde están las grullas?", "No las veo", "¿papá tu las ves?"," calla un momento hijo", le respondí. Al fondo, desde la mágica laguna cristalina, rompiendo la heladora brisa matinal, un atronador coro de voces se dejaba oír.
Cientos, miles de grullas que habían pasado la noche metidas en la protectora laguna, con el agua por las rodillas, a salvo de depredadores, saludaban al nuevo día con uno de los conciertos naturales más hermosos que ambos habíamos escuchado jamas. Con las primeras luces, escuadras y escuadras de grullas, no dejaban de levantar el vuelo, ajenas a un padre y a un hijo, que aquella fría mañana del mes de diciembre, tenían la inmensa fortuna de poder estar observándolas.
Muchas fueron las emociones de aquel mágico día, aún me parece estar viendo las hermosas formaciones geométricas reflejadas en sus ojos, mientras las miraba cuando sobrevolaban nuestras cabezas. Un alubión de preguntas vino detrás, su curiosidad de niño inquieto, no me dejaba contestarle a una pregunta cuando ya me estaba haciendo otra. Jamas olvidaré lo que disfrutamos los dos aquel día.
Ya han pasado varios años desde aquella entrañable jornada, lo que si he de deciros es que a pesar del tiempo ,a pesar de que ya sabe mucho sobre grullas y apesar de que cada año vamos juntos a disfrutar de ellas, sigo emocionándome cuando miro por el retrovisor del coche y aún conserva el mismo brillo en los ojos que tenía el primer día.
Vivimos en una región hermosísima, repleta de tesoros naturales. Extremadura es un referente ornitológico en todo el mundo y todos tenemos derecho a disfrutar de ella, siempre desde el respeto y la cordura. Pero si me permitís un consejillo, para todos aquellos que tenéis hijos, disfrutar de estas maravillas naturales junto a ellos, es algo que no tiene precio.
A mi hijo Jorge en su décimo cumpleaños. TE QUIERO.
Bando de grullas sobrevolando el Complejo Lagunar |
Una de las lagunas del complejo |
Bandadas de grullas entrando a las lagunas al atardecer |
Grullas en las zonas de comedero del complejo |
Mi hijo Jorge grulleando por el Complejo Lagunar |
Estupendo lugar para pasar el dia acompañado de las Grullas,las fotos muy bonitas.Un abrazo
ResponderEliminarNo lo dudes Isidro, un lugar maravilloso como pocos, sin duda una jornada se haría muy corta para disfrutar de él. Un abrazo
EliminarPreciosas fotos y bonita historia como siempre. Muchas felicidades a Jorge.
ResponderEliminarGracias Rafi, me alegra que sigais disfrutando de mi trabajo. Un beso.
EliminarHola Jero, lo primero: felicita a Jorge de nuestra parte, que pase un estupendo día.
ResponderEliminarLo segundo: mi mas sincera enhorabuena por haber sabido inculcar esos valores, y esa pasión por la naturaleza a Jorge, todos estamos convencidos de que algún día será un grande de esto(ya lo es) y debes estar super orgulloso de compartir con tu hijo esas jornadas maravillosas, y todas esas emociones que bien nos cuentas con palabras, unas palabras que desde luego emocionan.
y lo tercero: las fotos, estupenda serie, pero hoy como comprenderás, a mi la que mas me gusta es la última!!!
un abrazo
Queda felicitado amigo mio. Gracias pero el merito no es mio, supongo que lo llevaba en los genes. Compartir experiencias con él es lo más grande. igual que compartirlas con todos vosotros. A mi personalmente tambien es la última la que más me gusta.
EliminarAmigo Jero...si buenas son las fotos ....el texto es una maravilla...me gusta ...
ResponderEliminarUn abrazuu!!
Muchas gracias Xurde, un abrazu amigo mio.
EliminarValla vivencia Jero, espectacular tanto el texto, como las fotos, como el momentazo. De las fotos me quedo con la tercera, cuarta y la ultima.
ResponderEliminarEnhorabuena amigo, un abrazo Egoitz.
Gracias Egoitz, supongo que tu padre lo entenderá perfectamente. No hay cosa mas gratificante para un padre que la de poder compartir afición con su hijo. En cuanto a tus fotos preferidas, he de decir que no tienes mal gusto.
EliminarHola Jero,
ResponderEliminarsin duda una segunda parte que completa a la anterior perfectamnete. Viendo estas fotos irremediablemente me trasladan a aquellos días tan inolvidables para mí. El ver a Jorge por el campo también me alegra mucho, el futuro está más que asegurado.
Un fuerte abrazo maestro!
Gracias fenómeno, yo también os recordaba mientras la escribía. El futuro sois vosotros y buen futuro si señor. Un abrazo amigo mio.
EliminarHola amigo Jeronimo,supongo que tu hijo no olvidara ese dia a pesar de las condiciones climatologicas pero a veces merce la pena el madrugon y pasar frio solo para contemplar ese espectaculo grulllero.Un fuerte abrazo amigo
ResponderEliminarNo lo dudes Antonio, pasamos frío pero la jornada quedará para el resto de nuestros días.
EliminarJóder JERO, la penúltima foto podría vender perfectamente la marca "EXTREMADURA".
ResponderEliminarMuy gracioso tu hijo, caminando así de pertrechado.
Hola Jesús. Pues si perfectamente podría ser la marca extremadura. Un fuerte abrazo.
EliminarHola amigo Jero,que entrañable entrada nos presentas hoy,buenas fotos y como siempre un texto que emociona de leerlo,yo tambien tengo un hijo y cuanto me gustaria que hubiese heredado esta preciosa afición por la naturaleza, de momento su camino va por otras veredas, en fin a disfrutar de estos momentos magicos que la vida nos ofrece.un abrazo desde Lleida
ResponderEliminarGracias Fernando, por ahoa si le encanta todo esto speremos que cuando se vaya haciendo mayor no pierda esta bonita y gratificante afición. aunque creo que el respeto por todo lo natural lo tendra siempre consigo. Un abrazo.
EliminarVaya envidia que me das.
ResponderEliminarComo me hubiera gustado poder hacer una escapadita y hacerte una visita.
Ya habrá mejor ocasión.
Buena y variada entrada.
Saludos.
pues cada vez que quieras, mi terruño es tu terruño. Solo tienes que llamarme. Un fuerte abrazo Vicent
EliminarBeautiful photos !
ResponderEliminarThe land of dreams
Muchas gracias amigo Stefano. Un abrazo.
EliminarVaya tela!! como decimos por aquí, una entrada espectacular. El texto transmite tu pasión por la naturaleza y por Extremadura y el orgullo que un padre siente por su hijo, y las fotos lo ilustran perféctamente, enhorabuena Jerónimo y feliz año para tí y los tuyos.
ResponderEliminarGracias Jose Antonio, son mis dos pasiones; mi tierra y mi familia. Un fuerte abrazo y feliz año para ti también.
EliminarHola Jero....Magnifica la entrada...y el comentario, Felicidades de mi parte también. Un abrazu.
ResponderEliminarMuchas gracias Jorge y un abrazu.
EliminarHola Jeronimo, una entrada realmente conmovedora. A veces lo más importante que nos queda son esos momentos mágicos como el vuestro con las grullas. Y si esos momentos son compartidos con nuestros seres más queridos ya es algo que todos recordaréis para siempre. El amor y respeto por la naturaleza es algo que debe inculcarse desde niño y no tengo ninguna duda que tu hijo sabra apreciarla y respetarla el resto de su vida gracias a ti. Debéis disfrutar mucho de esas lagunas y de su cercanía, desde luego sois unos privilegiados. Las fotos realmente preciosas y muy descriptivas de ese lugar tan especial.
ResponderEliminarSaludos.
Si que somos unos privelegiados pero no solo por la tierra que pisamos si no por poder contyar con amigos como vosotros. Un fuerte abrazo Guillermo. Me encantó tu comentario.
EliminarHola Jerónimo.. Feliz año!!!.. Oye se ve bien interesante este lugar.. Las fotos muy bonitas.. Enhorabuena y un saludillo de esta madrileña..
ResponderEliminarIgualmente Ana. Besos y gracias por pasarte
EliminarVaya reportaje mas bueno Jerónimo.
ResponderEliminarun saludo muy grande.
Gracias amigo Gil, un abrazo
EliminarAmigo Jerónimo, sin lugar a dudas combinar en las salidas camperas ir a ver grullas y en compañía de los hijos, es jugar a caballo ganador. Es una especie muy llamativa, espectacular por su tamaño, sus agrupaciones y sus trompeteos característicos. Además contamos con la suerte de estar en la región ideal para llevar a cabo esas excursiones, motivo por el cual nos tenemos que felicitar. Un abrazo y sigue involucrando a tu hijo con las grullas y la naturaleza en general.
ResponderEliminarGracias Manolo pero creo que gran parte le viene en sus genes. Un abrazo amigo mio.
EliminarHola Jerónimo, desde luego vives en una zona privilegiada y privilegiado eres tu al haber podido inculcar a tus hijos ese amor por la naturaleza y la fotografía . Precioso reportaje, como siempre. Saludos desde Ecija.
ResponderEliminarGracias amigo mio. He de decir que el 50% lo ha puesto también la jefa. Un abrazo.
EliminarHello Jerome~what a beautiful experience with the cranes! Your photos are lovely! Happy New Year to you!
ResponderEliminarMuchas gracias Tammy, desde luego las experiencias con las grullas son casi siempre maravillosas. Besos amiga.
EliminarPreciosa zona sí señor. Preciosa la panorámica. Es un auténtico disfrute esta especie en este entorno.
ResponderEliminarsaludos
Ya te digo Jaciento, un puro disfrute. Abrazos.
EliminarHola Jero .Fui testigo de la pasión de tu hijo por las aves y la fotografia .
ResponderEliminarFelicidades para Jorge por su cumpleaños .
Un saludo
Es cierto tu lo sabes mejor que nadie. Hasta por Covarubias hizo tumbing, jajajajaja. Un abrazo.
EliminarHola Jeronimo, ya estoy de vuelta tras mi largo periodo de aletargamiento vacacional y estudiantil. Muy buena entrada esta última, me gusta mucho, espero que cuando yo tenga hijos disfrute igual que tú lo haces con los tuyos, eso me llena de orgullo. Un saludo. Pedro.
ResponderEliminarGracias "Tocayo" espero que tanto examenes como vacaciones te fuesen bien. Un abrazo.
EliminarPues si Jerónimo,vives en una región preciosa,yo siendo andaluz estoy tan pegadito a extremadura que me siento extremeño en buena parte, y mas teniendo en cuanta que en otras épocas mi pueblo pertenecía a Extremadura, y eso se queda aunque las fronteras digan otra cosa. Frontera que cruzo con bastante asiduidad , aunque no llego tan al norte.
ResponderEliminarUn saludo
Pues cuando quieras sube un pelín y por aquí te spero. un fuerte abrazo y gracias por pasarte. Saludos
EliminarSi que lo va siendo Ángeles, poquito a poco... Gracias y un beso.
ResponderEliminarHola Jerónimo.
ResponderEliminarUnas fotos estupendas. Ya he conseguido fotografiar grullas, aunque muy lejos.
Buen trabajo.
Un abrazo desde Doña Mencía.
Gracias José Manuel. Me alegro que por fin las pudieses fotografiar. Un saludo.
EliminarHola Jero
ResponderEliminarVaya recuerdos de ese día que pasamos por la zona. Espero que sigan por allí las grullas y contínueis haciendoles tan buenos reportajes.
Un abrazo y feliz año
Gracias amigo mio. A ver si ste año podemos hacer las monteses por tu tierra seria genial feliz año nuevo amigo.
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