Hola a tod@s.
Amanece una jornada más en nuestros campos. Hace unos días que ya se instaló entre nosotros la esperada primavera. Los primeros rayos del sol, iluminan el suelo de la dehesa, mientras el canto cristalino de multitud de aláudidos pone la banda sonora a tan mágico instante.
Las garcillas sobrevuelan el hermoso y viejo encinar, tras haber pasado la noche en el cañaveral del arroyo próximo. El mochuelo aún se deja oír desde la vieja pared de piedras que hace años sirvió como refugio para el ganado. Los cencerros de las vacas tintinean en la vega a la par que la voz ancestral del pastor que conduce a sus ovejas por la antigua cañada.
En una de las ramas secas que conforman el esqueleto de lo que antaño fue una portentosa encina, un pequeño personaje se acicala el plumaje parsimoniosamente. Limpia y coloca cada una de sus plumas, deterioradas tras el duro periplo migratorio. Acaba de regresar de África donde ha pasado los duros meses invernales, alimentándose de insectos en las grandes planicies y sabanas del continente negro. Tras una larga y peligrosa singladura , el Alcaudón Común, el pequeño gran guerrero, ya está de regreso en Extremadura.
Nuestro protagonista es un ave estival que regresa a nuestras latitudes para criar y que lleva la palabra "Valiente" escrita en sus genes. Ave aguerrida y audaz donde las haya, el intrépido Alcaudón es todo un ejemplo de valor y de arrojo.
Este pequeño guerrero, no duda en enfrentarse a aves de la talla del Milano Negro o del Águila Calzada, si cree que peligra su descendencia. Incluso es capaz de plantar cara con un arrojo que raya en la temeridad, a grandes ofidios para expulsarlos de sus territorios de cría. Es impresionante verlo en un cara a cara con una enorme culebra de escalera. Se coloca en torno a ella y cerniéndose incluso en el aire, se lanza en picado una y otra vez, picoteando la cabeza del reptil hasta que tras varios y repetidos ataques, la gran culebra escalaris opta por abandonar el lugar ante semejante despliegue de bravura y tenacidad.
El pequeño Alcaudón es un ave hermosísima, de tonos claros-oscuros y con un copete rojizo muy característico. Gran aliado de la agricultura, se transforma en todo un azote de los pequeños insectos de los que se alimenta.
De estatus más o menos estable, es fácil de ver en zonas semiabiertas, dehesas y zonas de cultivo. Se sitúa en posaderos y atalayas de caza, desde donde observa a sus presas y una vez localizadas, cae sobre ellas para atraparlas. En ocasiones se puede adivinar su presencia, viendo los restos de los insectos clavados en arbustos espinosos o en alambradas.
Sin duda alguna, otra de las joyas de nuestra rica avifauna ,que todos tenemos la obligación de cuidar y respetar para el disfrute de generaciones venideras. Bienvenidos seais un año más a nuestras tierras....
Restos de insectos Claveteados en los pinchos de una alambrada son la señal inequívoca de la presencia del Alcaudón Común |