Buena gente

viernes, 30 de septiembre de 2011

Pinceladas; apuntes de mi cuaderno de campo.

Como lo prometido es deuda en esta entrada voy a mostraros algunos de los apuntes de mi cuaderno de campo. Ese librillo inseparable e imprescindible que siempre nos acompaña y que atesora infinidad de experiencias que quedan reflejadas en multitud de anotaciones y de dibujos.
Yo en mi cuaderno de campo suelo utilizar la plumilla y el lápiz. Perdonad que los dibujos puedan estar un poco deteriorados,  porque aunque suelo ser bastante meticuloso los años no pasan en balde ni para mi ni para mi cuaderno. Espero que os guste y así de paso conoceréis otra de mis aficiones que es anotar todo lo que veo y sobretodo, dibujarlo.



                                                        BOCETOS A PLUMILLA


Grullas comunes en su zona de comedero


Avoceta girando la puesta


Garcillas bueyeras en un prado


Pareja de Cernícalos primilla en un tejado


                                                              BOCETOS  A  LAPIZ



Gavilán desplumando una curruca


Buitre Negro, Alimoche y Buitre leonado en una carroñada


Adulto y pollo de Cárabo común


Culebrera europea junto a su polluelo


Lagarto Ocelado


Lirón careto


Gineta


Nutria

No quisiera terminar esta entrada sin mostraros el talento de mi hijo Jorge de 8 años de edad que hoy, por el día de mi santo me ha regalado un dibujo que según él representa una sesión fotográfica a una carroñada. Los buitres sobrevuelan el cadaver de un cervido mientras yo desde mi chajurdo los inmortalizo con mi cámara.
La verdad es que me ha tocado la fibra, además ya apunta maneras con la cámara y por supuesto con el pincel.


Buitres en una carroñada. Dibujo de Jorge Milán García.





miércoles, 28 de septiembre de 2011

Espátulas; una mirada distinta.

En esta segunda parte que dedico a las primeras espátulas que visitaron mi terruño, me gustaría mostraros otra forma de verlas. Me gustaría que las vierais desde el punto de vista de los claro-oscuros que ofrece el blanco y negro. La naturaleza es bella por si sola, pero muchas veces transformando la realidad se obtienen imágenes que a mi entender le dan un aspecto igualmente atractivo.
Lo que si queda patente es que las veamos como las veamos, no pierden un ápice de la grandeza y la hermosura de lo vivo.



























domingo, 25 de septiembre de 2011

Comienzan los viajes; las primeras espátulas.

Ha comenzado el otoño y con él los primeros movimientos de nuestras aves. Esta mañana salí de casa antes del amanecer en dirección al Complejo lagunar de la Albuera. Es época de los primeros pasos migratorios y el complejo se convierte en una zona de paso para todas estas aves divagantes, que suelen utilizarlo como estaciones de servicio donde reponer energías. Tras andar un kilómetro con el chajurdo a cuestas, me sorprendió el amanecer sentado dentro y acompañado por el griterío de las cigüeñuelas y la algarabía de los ánades reales. Me coloqué en la "Laguna grande o del caballo" que es la más grande de todo este complejo de lagunas estacionales y además es la única que mantiene cierto nivel de agua. También las garcetas estaban más alborotadas que de costumbre. Con los primeros rayos de luz me sorprendieron las espátulas. Estas aves solamente se suelen ver por aquí en esta época del año precisamente cuando empiezan los primeros movimientos migratorios o bien a comienzos de la primavera en el paso contrario. Un tanto nervioso disparé mi cámara todo lo que pude por que no es fácil para mi ver estas aves por mis tierras. Esto es lo que salio....









































Espero que os gusten, estaré atento a nuevos movimientos orníticos que iré mostrando en el blog.

Dedicado a mi primo Angel Markez Cuenda con el que comparto una misma pasión; el monte.



sábado, 17 de septiembre de 2011

La danza del Zampullín


Dedicado a mi amigo Rafa por su futura paternidad. Por tantos días de emocionante pajareo.


El Zampullín común es una pequeña ave del orden de los Podicipediformes. Esperto buceador, de tamaño pequeño y formas redondeadas, su librea es oscura y su pico corto. Habitante asiduo de ríos, lagos y charcas, es un ave sedentaria que permanece todo el año en la península ibérica.

Algunas veces la naturaleza nos sorprende con las escenas más curiosas que raramente el ojo humano puede llegar a ver.
Sólo cuando las aves se sienten seguras, realizan toda su actividad con absoluta tranquilidad y normalidad. Desde la discreción que me ofrece el "Hide", palabra inglesa que da nombre al aguardo donde me oculto, lo observo todo sin ser observado.
En una de tantas tardes oculto en mi hide, a orillas de una de las lagunas que se encuentran dispersas por el término municipal de Torre de Miguel Sesmero, realizando una sesión fotográfica, un pequeño Zampullín vino a deleitarme con el más hermoso de los bailes, o eso me gusta pensar a mi. Un tanto nervioso,  contemplé  al Zampullín interpretando una misteriosa danza que conseguí recoger, disparando a ráfagas mi cámara, para todos vosotros.

Esta es la secuencia completa del baile, no perdáis detalle.....





                                                               Calentando motores
                                                            


                                                               Tomando impulso

                      
                                                            El paso del Ángel

                                                                  Girando a la derecha



                                                          Girando a la izquierda



                                                              El vuelo del Fénix



                                                                           El aviador



                                                     Caida en picado a la derecha




                                                             Giro rápido a la izquierda



                                                                      Y pose final


Sin duda una vez más la sorprendente y sabia naturaleza , nos regala momentos tan mágicos como este, a todos aquellos que sabemos apreciar lo hermoso y lo espontaneo de sus formas.
Solamente respetándola y cuidándola podremos ser testigos de situaciones tan bellas como la que protagonizó para mí, y ahora para vosotros, mi amigo el Zampullín "Fred Astaire".

domingo, 11 de septiembre de 2011

Clara: La historia de una extraña amistad

El sol acariciaba la entrada de mi casa, mientras mis ojos se habrían lentamente dando la bienvenida a un nuevo día. Rápidamente eche en falta a mi compañero, seguro que habrá ido a buscar un buen almuerzo, pensé. Me asomé a la puerta del orificio para ver si estaba por allí.







 Mis pesados vecinos los estorninos me aburrían como todos los días con su estridente griterío. Tras pasar unos minutos y no verlo por la zona decidí partir en su busca. Cerniéndome aquí y alla, intente divisarlo sin éxito. En uno de mis vuelos y casi sin darme cuenta me encontré de repente en el suelo, creo que había chocado con unos cables, solo sentía un dolor horrible en el ala izquierda.





Transcurridos unos minutos, un poco desconcertada por cuanto me estaba ocurriendo, vi como un humano se acercaba. Por unos momentos el miedo fue más grande que el dolor. Con cuidado me tomó en sus manos y me introdujo en algún recipiente oscuro, creo que era una caja. Por el sonido supe que me metían en uno de esos cacharros que los humanos llaman coche. Tras unos minutos de viaje, que para mi fueron eternos, llegamos a un extraño lugar. No se que relación tendría mi pariente, el Elanio azul con ellos, pero vi una foto suya en una de las puertas del coche. Casi sin darme cuenta me encontraba tumbada en una fría mesa, mientras introducian mi cabeza en un aparato muy extraño.




Foto AMUS


Eso es lo último que recuerdo de aquellos momentos tan difíciles para mi, por que cuando desperté estaba sola en un habitáculo muy raro. Un poco aturdida, no era consciente todabía de lo que me estaba sucediendo, solo recuerdo que ya no sentía ese dolor tan intenso en mi ala.
Durante el tiempo que estuve sola, los humanos entraban todos los días a verme. Me daban extrañas cosas que no se para que servirían, pero me aliviaban mucho el dolor. También entraban a diario para darme alimento. Durante este tiempo comprendí que la intención de aquellos humanos, no era la de hacerme daño sino todo lo contrario. Cierto día entraron y tomandome de nuevo en sus manos, uno de ellos me traslado a otro lugar, una enorme jaula donde conocí a otros miembros de mi especie.
Todos habían sufrido diferentes daños. Daños producidos por la misma especie que ahora se desvivía por cuidarnos, extraña ironía.






Aquellos días en la gran jaula me sirvieron para fortalecer el ala, ya volaba de un lado a otro de la misma sin sentir el más leve dolor ni la  más mínima molestia.
Una mañana entró un humano y cogiendome denuevo me introdujo otra vez en la caja, pero yo sentía que esta vez algo bueno me ocurriría. Por los orificios de la caja, podía ver y oir e incluso saborear el fascinante y maravilloso aroma de la libertad.
Tras un corto viaje me sacaron de la caja y tomandome por última vez en sus manos me lanzaron denuevo a la vida. Durante unos minutos los sobrevolé y no dejaban de mirarme, como orgullosos de mi. Fue en ese momento cuando creo que comprendí una de las palabras de su idioma. La palabra amistad. Creo que lo que yo viví con aquellos humanos a mi modo de ver fue "una extraña amistad".
Por cierto he olvidado presentarme, me llamo Clara y soy una hembra de Cernícalo primilla de tantas otras que venimos a criar a nuestros hijos todas las primaveras en vuestras iglesias y edificios, y que gracias a aquellas personas conseguí encontrar un resquicio de bondad en el corazón humano.






Esta historia asi como sus personajes son mera ficción, pero sucesos como éste  ocurren todos los días en nuestros campos. La fauna salvaje sufre: Disparos, atropellos, electrocuciones, envenenamientos, colisiones con alambradas y un sin fin más de actos producidos, directa o indirectamente, por el hombre. Los animales que no mueren en el acto, terminan lisiados o mutilados y en el mejor de los casos necesitan de muchos cuidados para su futura recuperación y puesta en libertad en la naturaleza.
De esto se encargan los centros de recuperación de fauna salvaje. Este es el caso de AMUS(Acción por el Mundo Salvaje)http://www.amus.org.es/ con sede en Villafranca de los Barros. Pero no paran hay las actuaciones de este tipo de centros; sensibilización ciudadana, educación ambiental,proyectos de estudio a largo plazo, cría en cautividad, etc. son algunas de las pautas que rigen el funcionamiento de estos centros.
Desde aquí vaya mi agradecimiento a todo ese grupo de personas que forman parte de una manera u otra de estas asociaciones: voluntarios, socios, entidades colaboradoras y por supuesto un equipo de trabajo, que con su esfuerzo y abnegación, tratan de paliar en la medida de lo posible, los daños que sufren las especies silvestres y sus habitats.




Foto AMUS




Foto AMUS








jueves, 8 de septiembre de 2011

Venturas y desventuras de una pequeña charca.


Charca abrevadero
                         


Corre el mes de agosto. La estación del estío se encuentra en pleno apogeo, el calor sofocante aplaca los campos. Para los animales silvestres, es sin ninguna duda una dura prueba en sus vidas. La madre natura hace trabajar a la selección natural, sólo los más fuertes sobrevivirán a los rigores del verano.
El lecho de la ribera yace seco, hace días que la última gota de agua desapareció ante el azote implacable del sol. El anticiclón, instalado comodamente en la península, no deja atisbar la llegada de ninguna nube sobre la línea del horizonte.
En todos los alrededores, tan sólo una pequeña charca que es utilizada como abrevadero para el ganado, ha conseguido permanecer con agua. Este abrevadero improvisado se convierte en un verdadero imán para todos los animales de la zona, que tarde o temprano acabarán pasando por allí. 
Los ánades reales soportan el calor con resignación al lado de los cormoranes grandes, que se secan al sol tras sus zambullidas en busca de peces.



Ánade Azulón y Cormorán Grande


El andarríos grande recorre las orillas con un nerviosismo inusuál, siempre a la caza de algún animalillo que encuentre por el fango. Sus patitas frágiles lo conducen con paso firme orilla adelante sin descansar un segundo. También su primo el andarríos chico se entrega a estos menesteres.





Andarríos  Grande


Las ruidosas y vocingleras cigüeñuelas, vienen a poner un punto de color en la charca mientras badéan sin descanso las orillas en pos de su alimento. Su plumaje blanco y negro, sus patas largas y rojas así como su pico, las convierten en verdaderas miniaturas de nuestras conocidas cigüeñas blancas.


Cigüeñuela



Tras el muro artificial costruido para mantener el agua, aparece majestuosa la Garza Real. Sin prisas sobrevuela la charca buscando un lugar idoneo donde posarse. Al tomar tierra queda patente la belleza y la elegancia de una de las garzas de mayor porte de la península ibérica. Su color ceniza da un bonito matiz a las orillas de la ya concurrida charca. Todo su cuerpo está al servicio de la pesca; patas largas y fuertes para badear las aguas, cuello potente que le sirve de muelle disparador y un robusto y afilado pico que utiliza a modo de arpón para capturar a sus presas. Su desconfianza instintiva la hace estar siempre alerta, incluso de vez en cuando, mira al cielo como temerosa del ataque de alguna gran rapaz.



Garza Real


Las golondrinas dan pasada tras pasada capturando los pequeños insectos que pululan sobre la superficie del agua. Las libélulas "aterrizan" en las ramas secas, pero rapidamente levantan el vuelo al oir el reclamo de sus grandes enemigos, los abejarucos. El bonito Alcaudón común recala en la orilla para echar un trago. Pequeña pero aguerrida ave, llega a la península en febrero para criar, abandonando nuestro país a primeros de octubre en dirección a sus cuarteles de invierno en África.




Alcaudón Común

De pronto una hermosa ave, hace acto de presencia en nuestro rico escenario acuático. Su plumaje inconfundible y su pico ligeramente curvado hacia arriba nos indican que estamos frente al bonito; Archibebe Claro. A pequeñas carreras recorre los márgenes fangosos buscando pececillos y otros pequeños animalillos refugiados en el lodo y que seguro se convertirán en un suculento almuerzo.




Archibebe Claro



 En otro rincón de la charca, encima de unos restos de ramas secas que antaño pertenecieron a una frondosa encina, una pequeña ave destaca sobremanera.
Como una joya alada que atesora en su plumaje los colores del arcoiris, el Martín Pescador no pierde punto de lo que pasa en el pequeño estanque, esperando el momento justo para deleitarnos con una de sus espectaculares zambullidas a la captura de algún alevín. Sin duda su belleza es indescriptible.



Martín Pescador


La tarde va cayendo y el astro rey esconde su rostro tras la colina. Las temperaturas poco a poco descienden dando una tregua a todos los seres de la campiña. Las primeras estrellas empiezan a asomar. Es el momento en el que pequeños mamíferos como la Liebre ibérica, aprovechan para acercarse a beber a la orilla. Siempre espectante sabedora de que es un momento peligroso en el que por unos segundos ha de bajar la guardia. Por ello no pierde punto de lo que pasa y ante cualquier extraño sonido se dispone a partir rauda hacia la espesura del matorral.



Liebre Ibérica



Poco a poco los sonidos de la oscuridad van sustituyendo a los del día. Sin duda, durante la noche, muchos serán los animales que se acerquen a la charca. Como vemos la importancia de estos puntos de agua queda reflejada viendo la diversidad de especies que de una manera u otra se sirven de ellas.
Aunque sin intención, el hombre indirectamente se ha convertido en esta ocasión en un aliado de la vida silvestre. Otro claro ejemplo de desarrollo sostenible. Todo es posible dentro de los engranajes de la sabia naturaleza.

Dedicado a Extremadura en el dia de su fiesta regional.
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