Buena gente

martes, 28 de agosto de 2012

Da gusto conocer buena gente


 
Hola a tod@s.

Así es, da gusto conocer a buena gente. Este domingo pasado he tenido el enorme placer de conocer personalmente a Javier Conejero, buen fotógrafo y un gran tipo, en el amplio sentido de la palabra.
Aunque ya nos conocíamos através de nuestros blogs no habíamos tenido la oportunidad de conocernos personalmente, cosa que ocurrió por fin este fin de semana.



Javier Conejero, en medio, junto a mi hijo Jorge y un servidor



Quedamos con él a las 06:30 de la mañana a la entrada de mi pueblo. Después de saludarnos partimos rápidamente hacia una pequeña charca en la que habíamos decidido hacer una sesión de hides. 
Jorge y yo, la tarde antes nos enfrascamos en la construcción de un artefacto casero para hacer tumbinghide.
Con cuatro maderas y unos cartones, todos ellos reciclados, lo construimos y la verdad no quedó mal del todo. Esa misma tarde con las últimas luces fuimos y lo instalamos a orillas de la charca y todo quedo dispuesto para el día siguiente, tan solo había que tapar el "cacharro" con las redes de camuflaje y listo.

Llegamos al lugar antes del amanecer, como mandan los cánones, para montar los hides y  meternos dentro antes de que nos sorprendieran las primeras luces. 
Montamos dos hides uno para Javi y otro como no para ese pequeño fotógrafo que es mi hijo Jorge y que a pesar de los madrugones siempre está dispuesto a salir al campo a practicar su afición favorita.




Este es el aspecto del invento, rudimentario pero efectivo




Desde luego el punto de vista a ras del bicho es incomparable.


La verdad es que estéticamente dejaba mucho que desear sin embargo su efectividad fue magnífica teniendo a las aves muy cerquita de mi objetivo, y esto al fin y al cabo es  para lo que se construyó.

La mañana no fue muy movida, delante de los hides habíamos colocado un posadero para el Martín y este entró un par de veces una en el posadero y otra en una goma que utiliza el dueño de la charca para llevar agua hasta allí y evitar así que esta se seque.
Andarríos chico y grande, cogujadas, chorlitejos chicos , estorninos, un mosquitero musical y una solitaria cigüeñuela fue todo cuanto se movió por allí y es que ya han empezado los tiros y sonaban bastante cerca. En fin nos levantamos sobre las 11:00 de la mañana y nos fuimos a dar una vuelta por el terruño. 

Estas son algunas de las pocas fotos que pude hacer desde el tumbinghide espero que sean de vuestro agrado. Me gustaría dedicárselas a mi amigo Javier Conejero cuyo blog, de gran calidad, os recomiendo encarecidamente , este es el enlace: http://faunadelvalle.blogspot.com.es/
 Como podréis comprobar sus trabajos son muy buenos y espero que los disfrutéis tanto como yo.

Gracias Javi por venir a visitarme y por ser eso, buena gente.

























martes, 21 de agosto de 2012

Pescando al amanecer



Hola a tod@s.


En estos días de calor extremo, en que la ya larga sequía se agudiza, poco son los puntos de agua que permanecen estables en nuestros campos. La rivera de Nogales, verdadera arteria fluvial que atraviesa el Terruño de norte a sur, hace ya tiempo que se secó.

Todas las charcas abrevadero han ido sucumbiendo ante el azote implacable del sol. Todas menos una. Una pequeña charca en mitad de una dehesa, que gracias al esfuerzo de su propietario, el cual está "inyectando" agua desde otra zona con el afán de que no se seque, se mantiene aún luchando por no desaparecer.

Como podéis imaginar, dicha charca, se ha convertido en un verdadero imán para todas las criaturas de los alrededores, que tarde o temprano acaban pasando por allí.

La otra mañana decidí montar el hide en sus orillas y probar. Me introduje dentro, como siempre, antes del amanecer. Me acompañó la suerte ya que cuando el día empezaba a clarear y aunque las condiciones de luz no eran las más idoneas para la práctica de la fotografía, se presentó una hermosa Garceta común, que me dedicó una clase magistral de pesca, robándole a las aguas un bello y enorme ejemplar de Tenca. 

Ruego que disculpéis la calidad de las imágenes, ya que al no haber apenas luz y con el ISO por las nubes, hice todo cuanto pude, para poder captar este documento que me pareció de lo más interesante, ya que muestra la capacidad de estos ardeidos, no solo de pescar grandes ejemplares sino también de poder engullirlos después. 

Espero que la serie sea de vuestro agrado. Un saludo.


































martes, 14 de agosto de 2012

El engañapastores



Hola a tod@s.

Tomás, un hombre de esos que ya no quedan, con el rostro surcado por mil arrugas de sabiduría, recuerda sentado en el viejo pollete de madera lo que ha sido su larga y dura vida. Muchas, muchísimas noches durmió a la intemperie , bajo el marco incomparable de las estrellas. Muchos cafés calentados en la lumbre acompañado por el trinar de las alondras. Muchos días caminando, realizando uno de los viajes más hermosos jamás contados. Una larga singladura que lo llevaba  año tras año a abandonar Extremadura para conducir a su rebaño hasta los frescos pastos montanos de los Picos de Europa.

 Tomás dedicó toda su vida a ser pastor trashumante. Muchos son los recuerdos que nublan ahora su mente.  Muchos pueblos, ciudades y personas conoció a lo largo de su dilatada vida. Una vida dedicada por completo a uno de los oficios más hermosos y sostenibles de cuantos se realizaban en nuestros campos y que hoy por desgracia está abocado a desaparecer.

 Recuerda Tomás sus encuentros con el Águila Real, cuando en cierta ocasión la vio coger en el cielo, limpiamente con sus garras, aquel esquivo ejemplar de corneja. Recuerda sus encuentros con el viejo pueblo de los buitres, que siempre lo seguían de cerca a la espera del regalo que suponía el cadaver de la vieja oveja o el borriquillo enfermo, que no resistían tan maña empresa. Se dedicaban a ir limpiando el camino de todos aquellos que no llegaron a terminar el largo viaje hasta tierras más norteñas. Muchos fueron los encuentros que el viejo Tomás vivió con los lobos. Mastines adornados con carlancas que defendían con su vida el fruto del trabajo y del esfuerzo de aquellos hombres. 

Pero entre todas aquellas vivencias recordaba una con especial cariño. Un día que caminaba con sus ovejas por un viejo bosque, sorprendió una pequeña ave que no vio y que estuvo apunto de arroyar a su paso. Esta voló unos metros y de nuevo se posó en tierra. Al intentar acercarse Tomás para satisfacer su curiosidad, volvió a echar a volar unos cuantos metros. Varias veces repitió su artimaña fingiendo encontrarse herida , alejando a Tomás todo lo que pudo. Cuando pensó que se encontraba a una distancia prudencial voló para volver de nuevo a su nido el cual gracias al engaño había permanecido a salvo. Esta conducta llevó al Chotacabras a ser conocido en muchos puntos de nuestro país con el sobrenombre de "el engañapastores".

El Chotacabras llamado así por que antaño se creía que se alimentaba de las ubres de las cabras, ya que siempre era visto cerca de los rebaños, y que no hacían otra cosa que servirle de "ojeadores", levantando multitud de insectos de los que este ave se alimentaba.

De hábitos nocturnos, el Chotacabras suele alimentarse de insectos que captura en vuelo, de hay el tamaño tan desproporcionado de su boca. Maestro del camuflaje donde los haya, no levanta el vuelo hasta que no estamos casi encima de él, confiando ciegamente en lo críptico de su plumaje. Es un ave migradora, en octubre migra hacia África y no regresa a España hasta el mes abril aproximadamente.

También es típico de la especie el imitar la conducta de un ofidio si se ve acorralado, sobre todo los pollos, que se estiran elevando el cuello con movimientos oscilatorios y silvando con la boca abierta cual si fuera un ejemplar de escalera, de herradura o incluso la peligrosa víbora de lataste.

Con su enjuta cara y la colilla del cigarro pegada a la comisura de los labios, recuerda Tomás al simpático personaje que más de una vez contempló en sus largos viajes hacia el norte y que sin ninguna duda  y debido a su característica conducta, se había ganado a pulso el seudónimo de "Engañapastores". 

Otro tesoro natural que es nuestro deber proteger y que al igual que los viejos pastores trashumantes forma parte viva de la riqueza natural de todo un país.






















martes, 7 de agosto de 2012

Volando sobre la hierba



Hola a tod@s.

 Esta amaneciendo, el tránsito de la noche al día, da comienzo. Los primeros rayos de luz asoman timidamente tras la línea del horizonte y la heladora noche, toca ya a su fin. La escarcha que cubre la hierba crepita bajo el calor del abrazo del sol.
La vida empieza a vibrar a la vera de la laguna. Las geométricas bandadas de patos regresan a los tablazos de agua tras haber pasado la noche alimentándose tierra adentro. Las escuadras de las majestuosas grullas abandonan su dormidero en la laguna y despegan en dirección a sus comederos en la dehesa . Infinidad de limícolas recorren infatigablemente las embarradas orillas a la búsqueda de pequeños crustáceos, larvas y caracolillos que formarán parte de su dieta de hoy.

Por encima de los herbazales encharcados que circundan la laguna, una pequeña rapaz sobrevuela la hierba. Se deja mecer por el viento y se mueve a poca altura del suelo. Pasada tras pasada, escudriña cada metro de tierra, cada brizna de hierba, intentando localizar entre el pasto uno de los muchos micromamíferos o tal vez, una despistada avecilla, que en esta fría mañana del mes de febrero, le ha de servir de desayuno.

Al ser contemplado en la distancia, su morfología y su vuelo tienden a confundirlo con un aguilucho. Seguramente la incansable hembra de lagunero que cada día patrulla sobre las lagunas que conforman sus dominios.
Sin embargo, a medida que se va acercando comprobamos que se trata de otra de las bellas criaturas que forman parte de esa misteriosa y mágica familia de aves, que eligió la noche para vivir; las rapaces nocturnas.

De hábitos que coinciden frecuentemente, tanto con las horas matutinas como con las vespertinas, el Búho campestre, también conocido como Lechuza campestre, campea sobre uno de sus hábitats predilectos; las zonas encharcadas, los marjales, los tablazos de agua, nuestras lagunas someras que tanta vida albergan y que tenemos la obligación moral se salvaguardar a toda costa.

El Búho Campestre de hábitos parcialmente diurnos se encuentra entre los pájaros de la noche que llevan impresos en sus genes el instinto innato de la migración. Invernante común en la península Ibérica, donde incluso ha llegado ya a criar, regresa a nuestro país en el mes de septiembre y no nos abandonará hasta febrero o marzo en que vuelve a sus zonas de cría antes de que de comienzo el estío.

Otra bonita nocturna, que viene a engrosar nuestra ya de por si, rica familia de los pájaros de la noche y que forma parte importante de los ecosistemas en que habita, controlando las poblaciones de roedores y pequeñas avecillas de que se nutre y sirviendo, a su vez, de presa para infinidad de superpredadores que pueden incluirla entre sus preferencias alimentarias.

Otra joya más, sin duda, de la gran panoplia de especies orníticas que habitan, por fortuna, los campos de iberia.

Quisiera dedicar este post a Israel Yáñez, un fenómeno y buen amigo que sin duda y al igual que el certero Búho Campestre, volará y alcanzará en su dilatada vida, todas las metas y objetivos que se proponga. Va por ti, fenómeno.












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